Cuando una mujer desarrolla niveles altos de glucosa sanguínea (también conocida como azúcar en la sangre) durante el embarazo, se dice que tiene diabetes gestacional. Estas mujeres deben hacerse la prueba de la diabetes de 6 a 12 semanas después de haber tenido a su bebé.
Para entonces, los niveles de glucosa en la sangre de muchas de ellas se habrán normalizado y ya no se considerará que tengan diabetes. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que una vez que una mujer ha tenido diabetes gestacional, seguirá teniendo un riesgo mayor de desarrollar diabetes el resto de la vida. Por lo tanto, incluso si la prueba de la diabetes sale normal después de que ha nacido el bebé, deberá seguirse haciendo pruebas para la diabetes por lo menos cada tres años.
"Muchas mujeres piensan que si la prueba de seguimiento después de dar a luz no muestra señales de diabetes, están fuera de peligro, pero ese no es el caso", dijo Vivian Pinn, MD, Directora de la Oficina de Investigaciones sobre la Salud de la Mujer (ORWH, por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de la Salud. "Continúan teniendo un riesgo mayor de desarrollar diabetes en el futuro. La buena noticia es que hay pasos sencillos pero importantes que estas mujeres pueden tomar para prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes".
La diabetes gestacional ocurre con más frecuencia en las mujeres que tienen antecedentes familiares de diabetes, en las obesas y en las latinoamericanas, afroamericanas, indígenas americanas, asiáticas, isleñas del Pacífico o nativas de Alaska.
Las mujeres que tuvieron diabetes gestacional, deben hacerse la prueba para la diabetes regularmente, por lo que es importante que hablen con su médico sobre su historia de diabetes gestacional. Esta prueba de detección puede ser un simple análisis de sangre. Las mujeres que tuvieron diabetes gestacional tienen una probabilidad de volver a tenerla en dos de cada tres embarazos futuros. Por lo tanto, también deben hablar con su obstetra si tienen planes de quedar embarazadas de nuevo.
Asimismo, las mujeres con antecedentes de diabetes gestacional deben hacer un esfuerzo para alcanzar y mantener un peso saludable a través de una alimentación sana y realizando por lo menos 30 minutos de ejercicio (actividad física), cinco días a la semana. Estos pasos benefician a toda la familia.
"Los hijos de las mujeres que tuvieron diabetes gestacional también corren riesgo de ser obesos y de desarrollar la diabetes, por lo que es una buena idea que las madres informen a los pediatras o médicos de sus hijos, que ellas tuvieron diabetes gestacional", añadió Pinn. "Mantener un estilo de vida saludable en familia es bueno para todos. Ayuda a la mamá y al bebé a controlar su riesgo de desarrollar diabetes en el futuro".
Para obtener una copia gratuita de esta hoja informativa sobre la diabetes gestacional, que incluye los pasos que se pueden tomar para reducir su riesgo de desarrollar la diabetes, llame al Programa Nacional de Educación sobre la Diabetes (NDEP, por sus siglas en inglés) al 1-888-693-6337 (1-888-693-NDEP) o visite su sitio electrónico en www.diabetesinformacion.org.
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