13/8/16

El embarazo, un carrusel de emociones

El embarazo, un carrusel de emociones

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El embarazo es esa bonita etapa que viven las parejas que desean tener familia y que algunas veces se hace de rogar. Ocurre que no siempre llega el ansiado positivo en los test y pruebas. Es entonces cuando las parejas sienten un verdadero sufrimiento psicológico al verse tan lejos de su ansiado objetivo. Las sensaciones y los deseos personales se mezclan con la presión social que ejerce el ver a los demás niños/as, a los demás padres y madres. También influye negativamente la conciencia del paso del tiempo, sufrida sobre todo por la mujer y la amenaza constante de la insatisfacción del objetivo.

En ese momento comienzan las pruebas, los resultados, los diagnósticos, los tratamientos de fertilidad, y las soluciones. Pero durante todo ese tiempo, que se vive como eterno, aparecen los sentimientos de culpa, la ansiedad, el miedo, la angustia, la frustración, las inevitables esperas y la incertidumbre. Todo ello acompañado de una inestabilidad emocional, a veces, favorecida por los tratamientos hormonales.

Y es entonces cuando llega el momento donde descubrís que todo va bien y estás embarazada. La sensación inicial de euforia, no obstante, pronto puede verse disminuida a causa de todos los cambios físicos y psicológicos intensísimos que vas a vivir en un periodo corto de tiempo.

En muchas ocasiones, ese estado ideal que se ha venido pintando tradicionalmente, puede verse enturbiado por cambios bruscos de humor y por un sinfín de sentimientos, tanto positivos como negativos, que pueden dejarte fuera de control. La emotividad y la sensibilidad viven sus más altos picos durante la gestación.

Para evitarlo es importante fijarse como objetivo la organización de la maternidad a nivel emocional, también en la relación de pareja, el reparto de tareas y por supuesto la preparación para el parto y el cuidado del futuro bebé.

Además, resulta necesario cuidar el bienestar emocional durante el embarazo porque todas las emociones que experimente la madre se las transmitirá a su bebé.

Especial atención y distinto orden de prioridades merecen las parejas que han vivido un tratamiento de fertilidad, puesto que sufren durante los primeros meses, ya que suelen tener más miedo que el resto de parejas a perder ese bebé que tanto les ha costado conseguir. Ese miedo constante a esa pérdida les impide disfrutar de esta preciosa y única etapa, para muchos inolvidable.

Una de las técnicas que se ha revelado como eficaz contra el miedo, los pensamientos negativos, el estrés e incluso los ataques de pánico es el mindfulness. Esta técnica milenaria de procedencia budista incide en la plena concentración, en la atención a la realidad actual, al momento, olvidando las distracciones del entorno.

De esta manera, se evita proyectarse negativamente en el futuro, ahuyentando los malos presagios, el agotamiento de la multitarea y el estrés.

Así que, céntrate en las cosas verdaderamente importantes, resuelve aquello que tengas a tu alcance y lo más importante de todo apóyate en la gente que te rodea, en tu familia, en tus amigos o en tu pareja.

Cuidar tu estado emocional y psicológico durante el embarazo es tan importante como atender tu estado físico porque éste puede afectar al desarrollo del bebé. Es por eso que resulta fundamental promover que ese entorno sea adecuado, interviniendo en los factores que lo alteran. Estos consejos pueden ayudarte:

  • Inicia la relación entre cuerpo y mente para la maternidad. La decisión de tener un bebe debe haber sido planificada en pareja y ambos os debéis sentir ilusionados con la idea de ser padres. Aprender a manejar el estrés, a llevar con mayor calma las diferentes situaciones y fases de los tratamientos de fertilidad, saber manejar la incertidumbre y trabajar la intolerancia a la frustración deberían ser algunos de los factores más importantes a tener en cuenta, a la hora de enfrentarse a un proceso de este tipo.
  • Infórmate de qué etapas y procesos son los más comunes. Que no te pille desprevenida.

Durante el primer trimestre, las preocupaciones más frecuentes están relacionadas con el aborto espontáneo y la salud del feto. En esta etapa, se presentan sentimientos contradictorios y ambivalentes: por una parte, la madre puede sentir una fuerte emoción muy positiva hacia el deseo de tener familia y, por otra, una gran preocupación por el estado de salud propio y del futuro bebé. Lo importante en ese momento es conseguir adaptarse y afrontar positivamente la nueva situación y contar con el apoyo de la pareja y de la familia.Disminuir el nivel de ansiedad y no dejar de atender y cuidar a la pareja deberían ser también, objetivos fundamentales.

Durante el tercer trimestre, suele predominar el miedo al parto y a la crianza del bebé. El parto es un momento de transición en el que pueden surgir complicaciones. Resulta fundamental una adecuada preparación para esta nueva aventura tanto a nivel físico (con ejercicios como el yoga o el Pilates) como mental (con técnicas de relajación, autoeficacia y autocontrol). Si los problemas emocionales se complican, es necesario contar con la ayuda de un psicólogo/a durante el proceso de posparto.

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